Watchmen retrata el sueño americano a partir de uno de los cómics más famosos y complejos que existen.
Es conocida la clásica premisa de que los Cómics son la versión americana en que el mundo es “rescatado” por el país más poderoso del mundo, siendo – caso curioso – de que el primer cómic en el mundo -Superman- date del año 1920 y tuviera su apogeo en los periodos bélicos que todos conocemos.
Es así que tenemos a cada superhéroe y villano teniendo cierto nivel de protagonismo en ambas etapas de la historia, desde la Liga de la Justicia, hasta múltiples grupos donde siempre América es la triunfadora ante el mundo. Y la ejemplificación recae, en esta ocasión, en Los Vigilantes (Watchmen), héroes retirados y que siguen sus vidas, mientras algunos siguen activos en las sombras.
La historia creada por Alan Moore y Dave Gibbons llegó a las salas de cine de la mano del entonces poco conocido director Zack Snyder, realizador de cintas como El amanecer de los muertos, Zucker Punch y 300 y a la vez del estupendo guión de Alex Tse, David Hayter, mientras que la interesante música de Tyler Bates se presenta como un excelente complemento de la historia. Es entonces que caemos en la cuenta de dos cosas esenciales aquí: un director con un extraordinario gusto por lo visual y un apasionado de los cómics (ya si este gusto se orienta sólo a DC cómics él lo sabrá…).
La trama, en contexto, narra sucesos alrededor de la Guerra Fría y la Guerra de Vietnam, donde las potencias mundiales están de “mírame pero no me toques”. Rorchach (Jackie Earle Haley) narra su versión de la historia con un método casi “epistolar” y con un toque – eso sí- misterioso y crudo sobre cómo un extraño individuo Ozymandias (Matthew Goode) él es el “hombre más inteligente del mundo” asesina a El Comediante a.k.a Edward Blake (Jeffrey Dean Morgan), suceso que lleva a Rorchach a la idea de que alguien los persigue para matarlos, y es cuando se ve ante una conspiración que podría significar el fin de la raza humana.
Mucho se ha hablado en redes sociales y sitios de internet sobre esta adaptación, que si Snyder realizó un trabajo formidable, que si está sobrevalorada, que si le falló el proyecto, que si fue mucho presupuesto, que si su versión está alejada de la historia creada por Moore y Gibbons, cuando yo creo que la historia es tan compleja, que Snyder dio su mejor esfuerzo para un filme cuyo material de origen demanda horas de lectura y que supone una de las historias de cómics más increíbles en toda la historia humana.
Hablando un poco de los personajes, cada uno saca lo mejor de sí. Rorchach denota una agudeza y astucia detectivesca que al menos a mí me recordó a Bats en algunas escenas, mientras que con Dan Dreiberg, en su caracterización física, sí me recordó a Bats e incluso aspectos de su vestuario me sacaron un par de risas; Edward Blak simplemente me pareció un personaje crudo y complejo, mientras que la sensual Laurie Juspeczyk a.k.a. Silk Spectre II (Malin Akerman) nos derrita con sus especiales, Jon Osterman a.k.a. Dr Manhattan (Billy Crudup) simplemente nos presenta cuestionamientos teológico-existenciales.
Sobre destacar el excelente trabajo de fotografía a cargo de Larry Fong, logrando una atmósfera genuina que nos transporta a una época de miedo, incertidumbre e intriga política, pero al simultáneamente a un mundo muy parecido al actual donde cada individuo juega un papel crucial en la historia.
Decir que el ritmo es impecable ya sobra, pues el guión es simplemente fenomenal, además de ser un trabajo arriesgado aun para Snyder, quien simplemente se lució.
En suma, Los Vigilantes (Watchmen) nos deja con la impresión de lo que realmente implica la vulnerabilidad de un super héroe ante un mundo plagado de miedos y violencia.
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