Evangelion Rebuild es un filme visualmente sobresaliente, pero muy desviado.
Evangelion: Reconstrucción (Evangelion Rebuild) es una saga de -hasta ahora- tres películas estrenadas entre 2007 y 2012, esperando que la cuarta entrega llegue a finales de este año.
En contexto, el proyecto puede verse como un reinicio cinematográfico de la serie animé de Neon Genesis Evangelion, creada por Gainax, el guión quedó a cargo de Hideaki Anno y además iba a dirigirla, pero dicha labor finalmente recayó en manos de Kazuya Tsurumaki.
La historia, de la que se dice poco, se centra en un mundo futurista donde una organización paramilitar llamada NERV protege a la humanidad de fuerzas desconocidas, y es ahí donde entran en acción los personajes Shinji, Rey Ayanami, Misato Katsuragi, entre otros, quien aportan diálogos y patrones psicológicos tan confusos como el guión mismo, el cual sufre de un entramado desbalanceado donde no se sabe si se va por una trama de acción, de reflexión distópica, o por un drama de corte épico.
Visualmente la historia complace, pues posee gráficas realmente dignas de un filme japonés y de ciertas escenas que contribuyen a lucir mejor el elemento. Por desgracia, el exceso de diálogos perjudican notablemente a la película, pues hacen que el ritmo se pierda en gran parte del filme, incluso ejerciendo peso negativo a la carga psicológica de los personajes; a veces causan risa, otras lástima y algunos no acaban por definirse dentro de la historia.
En cuanto a la banda sonora, ésta es envolvente. Comprendiendo temas musicales como Beethoven, Verdi, Bach, Bart Howard, entre otros, la película se mueve decentemente en este sentido.
Por desgracia, no parece ser suficiente para elevar a mejor categoría un filme que no lleva un rumbo específico y que no define su género. Esperemos que la película próxima a estrenarse mejore estas cuestiones.
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