Los Vengadores 3: la Guerra Infinita

La Batalla de Batallas...ha llegado - Parte 1

No es un secreto para nadie que en pocos días Los Vengadores 3: la guerra infinita (Avengers: Infinity War) se ha convertido en un fenómeno en muchos sentidos. Como pre-conclusión de los eventos contados en el MCU en los últimos diez años, como película de entretenimiento, como cinta que reúne con lujo de opulencia a un talentoso elenco, como cinta millonaria, como comentario socio-político inusualmente profundo en este universo ficticio. En fin, tiene contenido presumible por donde se le mire. Ahora bien, ¿valió la pena esperar tanto? Comentémoslo. 

Si en algo ha fallado parcialmente el Universo Cinematográfico de MARVEL es en la construcción de sus villanos, siendo Loki, El Buitre y, confirmado, Thanos, los antagonistas más trascendentes en la expansible franquicia. El primero ha sido un personaje constante, carismático y maravilloso en su papel como antihéroe-villano malévolo; el segundo es, prácticamente, la sólida encarnación del villano "humano" que rompe las reglas para sobrevivir en el mundo capitalista y corporativo que hoy cubre a las sociedades del mundo; obligado a aceptar sacrificios con tal de sobrevivir. En esta última línea, y trazado con una deliciosa complejidad, está Thanos. El gran antagonista, el que en términos argumentales provocó el enfrentamiento que dio origen a ese éxito llamado Los Vengadores, allá en 2012. Pues bien, para La Guerra Infinita, el enfrentamiento entre Thanos y la unión entre Los Vengadores y Los Guardianes de la Galaxia ha llegado y quitando un par de detalles, es una experiencia completa. Completa porque Thanos es la suma de todo lo que debieron ser los demás villanos: IMPLACABLE, brillante, audaz, ágil, cruel, justo, decidido, crítico y consciente de su entorno. 

Para no hacer esto más largo de lo necesario, puedo confirmar que la cinta cumple y vale la pena vivirla en todo su esplendor, primera porque nos ofrece a un gran villano, uno de esos pocos que realmente llegan a las últimas consecuencias, también porque la cinta respeta el ambiente familiar que le precede SIN renunciar al tono oscuro que sus directores (Anthony y Joe Russo) le han conferido para hacer de esta, Avengers: Infinity War, una de las grandes promesas cumplidoras del año. Vale porque, contrario a muchas películas (yéndonos más allá del subgénero), es la primera cinta en arriesgarse con la siguiente premisa: la vida en el universo debe ser renovada matando a la mitad de la población universal. Y...pasa. Y es la primera cinta en explorar las consecuencias, en arriesgarse a seguir ese camino, en arrebatarnos el final feliz, y eso es impresionante, porque es entonces que la película incurre en lugares muy oscuros, sin ser visualmente catastróficos -no mucho, claro- la cinta toma la batuta, la responsabilidad, como en Guerra Civil, de decir que las acciones/decisiones tienen consecuencias y que éstas importan; gracias a los Russo el MCU comienza a ser real, tangible, verosímil, no algo fantasioso ni imaginativo.

Los Russo, como en sus dos previas colaboraciones con La Casa de las Ideas, volvieron a conseguir una película llena de matices, ideas filosóficas y una perfecta mezcla de géneros y tonos. Y esto último ya lo mencioné, pero no es el único acierto aquí: la película respeta la esencia de los personajes, algo sumamente difícil de lograr, especialmente con tantos en pantalla (en total, 62). Y digo que respeta su esencia porque ya sea con un simple diálogo o una acción, es capaz de retratar la personalidad de cada participante, abreviando "introducciones" y dando paso abierto al personaje que ha sido "desarrollado" en tinieblas desde el principio de la franquicia: Thanos.

La razón por la que Thanos es de los pocos villanos memorables del MCU es porque realmente va más allá: sí, sabemos que busca las gemas del infinito, pero lo que los avances no revelan (¡y qué bueno!) es que, en su búsqueda hay una razón detrás, una teoría que añade el realismo, terror y oscuridad al filme. Su desarrollo psicológico permite que la película no se estanque en "ser una película de superhéroes" sólo porque sí, no es una cinta donde los buenos deben detener al malo y vivieron todos felices, no, para Thanos hay razones, ciclos, motivos, metas a alcanzar sin importar nada.

Y, como de esas ocasiones excepcionales, está la posibilidad de empatizar más con el villano que con los héroes. Thanos tiene un argumento irrebatible, nos metemos en su piel, en su psicología, al mismo tiempo que nos sumergimos en las de los héroes (ya tuvimos 18 películas como trasfondo para ello), pero finalmente, encontramos que podría tener razón, hablando de supervivencia. "Las decisiones más difíciles requieren de las voluntades más fuertes" y tiene razón; es el punto que la distingue de otras situaciones donde el héroe cede a un obstáculo por amor o compasión, donde no llega al límite precisamente por una emoción humana, aquí eso no está, permitiendo a la cinta llegar a ese clímax apantallante, aturullador y, demostrar aun así, que el villano es tan humano como los demás, por querer paz, esperanza y oportunidad, como todos nosotros.

Si bien me habría gustado verlos a TODOS REUNIDOS, literal, la cinta cumple con creces cabalmente en su objetivo: cerrar la primera gran Fase del MCU. Habrá que esperar a la segunda parte, en exactamente un año. ¿Será Thanos derrotado?