Cuando la venganza y la pasión quedan mezcladas.
Lady Macbeth. Lo primero que pensé cuando su estreno llegó a las salas de cine fue que se trataba de la versión femenina sobre la afamada obra del dramaturgo inglés. Me sorprendí al ver que en los créditos anunciaban que el material base no era la obra teatral, sino otra. Curioso, pues las similitudes que guarda con la novela de Shakespeare no son pocas.
Florence Pugh es Katherine Lester en Lady Macbeth, una mujer que se ve obligada a casarse con un déspota y con el papá de éste debido al precario entorno en que creció, lo que la conduce a soportar toda clase de maltratos, mismos que presenciaremos casi al inicio de la proyección. La atmósfera de la cinta nos dice que la convivencia con su esposo y suegro es toda menos agradable: la cosifican, la insultan, le limitan el terreno y la voluntad, volviéndola más o menos un objeto a disposición de su marido.
Es en medio de este contexto (la película es ópera prima de William Oldroyd) donde acompañamos a Katherine en lo que al inicio parece una vida llena de pesares e injusticias; sufrimos con ella en silencio, contemplamos la rudeza de su familia política. Un día como cualquier otro su señor esposo debe partir, dejándola sola por un tiempo indefinido, hasta que conoce a Sebastian (Cosmo Jarvis), un trabajador al servicio de su marido que recién comienza a ejercer sus actividades en la campiña en que todos ellos están. En medio de un tumulto general, Katherine lo conoce y lo prohibido/previsible toma lugar: comienza a verse y dejar que la pasión los invada. Y es cuando arranca la trama que, como señalé arriba, guarda paralelismos con la obra literaria, y las razones son evidentes: la compleja evolución psicológica de la protagonista, sus matices, su constante y cambiante motivación y, sobre todo, su credibilidad.
Lo primero que la historia cuenta es el conflicto a modo de infidelidad entre Katherine y el mozo Sebastian, y pensamos que la película narrará cómo desarrollan su relación a expensas/escondidas de su marido. Pensé "¿Romeo & Julieta actualizados?". Pero no, la trama toma un giro cuyo impacto emocional traspasa la pantalla y los papeles de empatía cambian de sitio. El conflicto expande sus dimensiones y las verdaderas ansias de libertad oprimida de la protagonista surgen, mucho debido a su entorno. Recordemos la época histórica en que la película se sitíua: la Inglaterra rural de comienzos de la segunda mitad del siglo XIX.
Mucho de la época es evidenciado por un impecable diseño de producción y puesta en escena, sin olvidar el vestuario, claro está. Son justo estos elementos los que nos sitúan, puntualmente, en el marco moral de la cinta: una época dominada por la iglesia, provocando que la cinta deba subrayar con ligero rigor los temas del momento: la cosificación femenina, la esclavitud, el excesivo apego a las normas, y por supuesto, la culpa de uno de los personajes secundarios que, durante el avance de la trama, adquirirá mayor relevancia.
Este último valor es el que tendrá especial presencia en las escenas climáticas rumbo a la "superación" de algunos obstáculos evadidos por la trastornada psique de Katherine. Porque como las teorías de guionismo señalan: las decisiones del personaje revelan SU psicología, mientras que los diálogos muestran la carga emocional; aquí las decisiones que toman tanto Katherine como Sebastian van bifurcándose, distanciándose, y es en ese INSTANTE climático que nosotros, el público, contenemos la respiración al intentar no perdernos lo que sucederá a continuación. Y ocurre lo "congruente" conforme a la evolución psicológica de Katherine; un hecho, un diálogo, una respuesta que nos dejará helados y con la boca abierta, expectantes rumbo al impactante y aturullante final del filme.
A pesar de que todo gira alrededor de Katherine Lester gracias a la hábil dirección de Oldroyd, tendremos nuevos giros de tuerca propiciados por las acciones de quienes la rodean, y cuya relevancia en la cinta no debería ser descartada.
El peso pesado de la película será Katherine sin duda, por su inesperado cambio como personaje, su motivación y, finalmente, la creación que de ella hicieron quienes moldearon su psique y cosmovisión interna. Lady Macbeth es una cinta de corta curación que expone con impecable narrativa emocional qué sucede cuando a un ser humano (en este caso, una mujer) se ve acorralado en un ambiente opresor y lo que, por instinto, hace para liberarse de ataduras para, al final, descubrirse con deseos de control y poder, sin importar nada.
En la novela de Shakespeare, Macbeth es un personaje con múltiples dimensiones, entre las que principalmente se encuentran: el amor, el odio, la culpa, la hipocresía, la auto-compasión, la soberbia, el sadismo y la inocencia. Todas estas dimensiones, unidas creíblemente en un solo personaje, han vuelto de Macbeth algo casi insuperable. Algo similar ocurre con Katherine interpretada soberbia y maquiavélicamente por Florence Pugh.
La compadeces por su situación, ella ve una oportunidad y como espectadores le decimos al oído "¿Debes? Piénsalo bien" y la vemos actuar por instinto, por impulso, por todas las circunstancias que lo llevaron a ese punto, a cruzar una línea impensable, en términos morales. En conjunto la cinta versa sobre los límites de lo moral y la voluntad llevada al extremo, una especie de inteligente y espectacular análisis sobre lo que ocurre cuando un ser humano es <<ninguneado>>, semejante a lo que sentimos con Madam Bovary. Ese momento en el que la circunstancia, la coyuntura obliga al personaje a hacer algo más, a ser algo más. Luego viene el giro y pensamos "¡No inventes! ¿En serio lo hizo?" y sí...lo hizo. Y por una razón, pero...¿es esa razón suficiente?
La pregunta que rodea la trama con todo: conflictos y personajes. Totalmente recomendable Lady Macbeth.
Florence Pugh es Katherine Lester en Lady Macbeth, una mujer que se ve obligada a casarse con un déspota y con el papá de éste debido al precario entorno en que creció, lo que la conduce a soportar toda clase de maltratos, mismos que presenciaremos casi al inicio de la proyección. La atmósfera de la cinta nos dice que la convivencia con su esposo y suegro es toda menos agradable: la cosifican, la insultan, le limitan el terreno y la voluntad, volviéndola más o menos un objeto a disposición de su marido.
Es en medio de este contexto (la película es ópera prima de William Oldroyd) donde acompañamos a Katherine en lo que al inicio parece una vida llena de pesares e injusticias; sufrimos con ella en silencio, contemplamos la rudeza de su familia política. Un día como cualquier otro su señor esposo debe partir, dejándola sola por un tiempo indefinido, hasta que conoce a Sebastian (Cosmo Jarvis), un trabajador al servicio de su marido que recién comienza a ejercer sus actividades en la campiña en que todos ellos están. En medio de un tumulto general, Katherine lo conoce y lo prohibido/previsible toma lugar: comienza a verse y dejar que la pasión los invada. Y es cuando arranca la trama que, como señalé arriba, guarda paralelismos con la obra literaria, y las razones son evidentes: la compleja evolución psicológica de la protagonista, sus matices, su constante y cambiante motivación y, sobre todo, su credibilidad.
Lo primero que la historia cuenta es el conflicto a modo de infidelidad entre Katherine y el mozo Sebastian, y pensamos que la película narrará cómo desarrollan su relación a expensas/escondidas de su marido. Pensé "¿Romeo & Julieta actualizados?". Pero no, la trama toma un giro cuyo impacto emocional traspasa la pantalla y los papeles de empatía cambian de sitio. El conflicto expande sus dimensiones y las verdaderas ansias de libertad oprimida de la protagonista surgen, mucho debido a su entorno. Recordemos la época histórica en que la película se sitíua: la Inglaterra rural de comienzos de la segunda mitad del siglo XIX.
Mucho de la época es evidenciado por un impecable diseño de producción y puesta en escena, sin olvidar el vestuario, claro está. Son justo estos elementos los que nos sitúan, puntualmente, en el marco moral de la cinta: una época dominada por la iglesia, provocando que la cinta deba subrayar con ligero rigor los temas del momento: la cosificación femenina, la esclavitud, el excesivo apego a las normas, y por supuesto, la culpa de uno de los personajes secundarios que, durante el avance de la trama, adquirirá mayor relevancia.
Este último valor es el que tendrá especial presencia en las escenas climáticas rumbo a la "superación" de algunos obstáculos evadidos por la trastornada psique de Katherine. Porque como las teorías de guionismo señalan: las decisiones del personaje revelan SU psicología, mientras que los diálogos muestran la carga emocional; aquí las decisiones que toman tanto Katherine como Sebastian van bifurcándose, distanciándose, y es en ese INSTANTE climático que nosotros, el público, contenemos la respiración al intentar no perdernos lo que sucederá a continuación. Y ocurre lo "congruente" conforme a la evolución psicológica de Katherine; un hecho, un diálogo, una respuesta que nos dejará helados y con la boca abierta, expectantes rumbo al impactante y aturullante final del filme.
A pesar de que todo gira alrededor de Katherine Lester gracias a la hábil dirección de Oldroyd, tendremos nuevos giros de tuerca propiciados por las acciones de quienes la rodean, y cuya relevancia en la cinta no debería ser descartada.
El peso pesado de la película será Katherine sin duda, por su inesperado cambio como personaje, su motivación y, finalmente, la creación que de ella hicieron quienes moldearon su psique y cosmovisión interna. Lady Macbeth es una cinta de corta curación que expone con impecable narrativa emocional qué sucede cuando a un ser humano (en este caso, una mujer) se ve acorralado en un ambiente opresor y lo que, por instinto, hace para liberarse de ataduras para, al final, descubrirse con deseos de control y poder, sin importar nada.
En la novela de Shakespeare, Macbeth es un personaje con múltiples dimensiones, entre las que principalmente se encuentran: el amor, el odio, la culpa, la hipocresía, la auto-compasión, la soberbia, el sadismo y la inocencia. Todas estas dimensiones, unidas creíblemente en un solo personaje, han vuelto de Macbeth algo casi insuperable. Algo similar ocurre con Katherine interpretada soberbia y maquiavélicamente por Florence Pugh.
La compadeces por su situación, ella ve una oportunidad y como espectadores le decimos al oído "¿Debes? Piénsalo bien" y la vemos actuar por instinto, por impulso, por todas las circunstancias que lo llevaron a ese punto, a cruzar una línea impensable, en términos morales. En conjunto la cinta versa sobre los límites de lo moral y la voluntad llevada al extremo, una especie de inteligente y espectacular análisis sobre lo que ocurre cuando un ser humano es <<ninguneado>>, semejante a lo que sentimos con Madam Bovary. Ese momento en el que la circunstancia, la coyuntura obliga al personaje a hacer algo más, a ser algo más. Luego viene el giro y pensamos "¡No inventes! ¿En serio lo hizo?" y sí...lo hizo. Y por una razón, pero...¿es esa razón suficiente?
La pregunta que rodea la trama con todo: conflictos y personajes. Totalmente recomendable Lady Macbeth.
What turns 'Lady Macbeth' into such a murky piece is her way of manipulating the viewer's empathy: it is inevitable to feel sorry for a despised Katherine, psychologically abused and without any cause in the early stages of the film.
ResponderBorrarWhen his forbidden relationship with the servant begins, it seems a positive reaffirmation of his identity. Until it is twisted, just because a time has come when she is not willing to give up any pleasure. When the house of cards has meticulously been building the film, it finally collapses, the viewer still retains the doubt of whether it is a victim or a devastating force of nature.
-Signature: Mr. Hi Hello
DATOS CURIOSOS de LADY MACBETH
ResponderBorrar1. La película está adaptada de una novela corta del escritor ruso Nikolai Leskov, inspirada a su vez en el personaje de la obra clásica de William Shakespeare.
2. Tuvo su estreno mundial en una presentación especial celebrada en el Festival de Cine de Toronto dentro de la edición 4.
3. Lady Macbeth en 1865 es editada por primera vez, novela corta inspirada en la esposa del malogrado Rey de Escocia, protagonista de la tragedia de William Shakespere. En ella se narran los crímenes de Katerina Lvovna, una burguesa en la Rusia zarista del siglo XIX quien se rebela contra las convenciones sociales de su época, lo que la orilla a cometer varios homicidios.
4. Lady Macbeth de Mtsensk llegaría a los escenarios en 1934 de la mano del compositor ruso Dmitri Shostakóvich, quien escribe junto con Aleksandr Preis una ópera de 4 actos de 2 horas y media adaptando esta obra literaria.
5. En el siglo XXI, la novela de Leskov cae en manos de la dramaturga inglesa Alice Birch quien convence al director de teatro londinense William Oldroyd de adaptarla para la gran pantalla, y se convertiría en su largometraje debut.
6. En el guión, se decide trasladar la historia de la Rusia de los Zares a la Inglaterra victoriana, y situar la acción en la campiña inglesa.
-Tacos al Pastor