No lo pensamos dos veces y la nostalgia nos conduce a la taquilla a comprar nuestra entrada por ver la reinterpretación de los Power Rangers. Y es que así como con la fiebre de Dragon Ball, La Era de Hielo, por mencionar pocos ejemplos que evocan este sentimiento, las expectativas -y las dudas- se apoderan de nosotros, nos lleva a pensar si el producto es fiel al espíritu original o si, de plano, nos encontramos ante un fiasco.
Y lo cierto es que Saban´s Power Rangers se coloca peligrosa y divertidamente en un punto medio. Su director es Dean Israelite. Probablemente su nombre no signifique nada, a menos que indique que fue el director de Bienvenidos al ayer. Dicho esto, tiene sentido la estructura narrativa de la película: trasfondo importante + presentación de personajes + despliegue psicológico de los protagonistas + presentación de villano + encuentros y chistes + peligro + primeros encuentros + reconocimiento interno + aceptación de destino + desenlace + clímax. No es difícil adivinarlo, pero además de la nostalgia como factor atractivo para las nuevas generaciones, Power Rangers tiene como aperitivo comedia, acción y buenos efectos visuales.
El diseño de vestuario, locación y producción son elementos, aquí, que dan lujo y homenaje a una serie de televisión que hunde sus raíces en conceptos japoneses, detalles que no pasan inadvertidos en el episodio final. La versión de Israelite es muy entretenida, y por momentos realmente fiel al espíritu épico con el que crecimos, aquel que nos llevó a la película de 1995, año en el que sentimos el espíritu de este quinteto de personas comunes con deseos de salvar a la humanidad. En otros momentos, es una cinta diseñada para atraer a nuevas generaciones, actualizando una moda que comenzó hace casi 30 años, y de la que instintivamente adoptamos una de dos posturas: o la amamos o la detestamos.
Más allá de la reconocida -y un tanto trillada- fábula de la creencia en uno mismo, el destino y en hacer equipo cuando es necesario, Power Rangers goza de poco más, exceptuando claro las adecuadas interpretaciones de Bryan Cranston y Elizabeth Banks, ésta última extraída de la franquicia de los Juegos del Hambre. Divertida, con un elenco juvenil con vidas propias, problemas reales y un sentido de "lo que realmente importa" como lo podemos tener todos, la interpretación que llega a los cines este 2017 promete entretenimiento, una nueva visión, música absorbente, mucho de ello gracias al talento de Kanye West, y secuencias de acción efímeras pero emocionantes.
Power Rangers 2017 llega para probar a la audiencia, conocer su respuesta y de paso mensajearnos con el trabajo en equipo, con la petición de asombrarnos y creer en lo imposible, en lo mágico, en la fe colectiva. Ornamentada con asombrosos elementos tácticos (Megazord...), la cinta no pierde el rumbo, pero es lenta para su propósito principal: presentar al equipo en todo su nuevo esplendor.
Apesar de ser carismáticos, divertidos y empáticos, siento al elenco genérico, y esto porque en diversas escenas, tuve la impresión de que podían ser reemplazados, como si otros actores "estuvieran" en el lugar del presente elenco. Ridículo, pero alarmante.
Lo mejor es la honestidad de la cinta por homenajear el espíritu original de la historia, aunque en este sentido, a pesar de contener un llamativo apartado musical, quedan a deber en la extensión de la música clásica del tema. Es entretenida, tiene muy buenos chistes bien pensados -o bien colocados-, un elenco interesante y un diseño visual muy atractivo.
En contraparte, pues se apoya demasiado de la nostalgia (como otras propuestas) y la estructura narrativa nos impide disfrutar plenamente del equipo salvador, pero la escena final ANTES de los créditos nos revela que lo mejor del espectáculo...apenas vendrá. Esperémoslo.
El diseño de vestuario, locación y producción son elementos, aquí, que dan lujo y homenaje a una serie de televisión que hunde sus raíces en conceptos japoneses, detalles que no pasan inadvertidos en el episodio final. La versión de Israelite es muy entretenida, y por momentos realmente fiel al espíritu épico con el que crecimos, aquel que nos llevó a la película de 1995, año en el que sentimos el espíritu de este quinteto de personas comunes con deseos de salvar a la humanidad. En otros momentos, es una cinta diseñada para atraer a nuevas generaciones, actualizando una moda que comenzó hace casi 30 años, y de la que instintivamente adoptamos una de dos posturas: o la amamos o la detestamos.
Más allá de la reconocida -y un tanto trillada- fábula de la creencia en uno mismo, el destino y en hacer equipo cuando es necesario, Power Rangers goza de poco más, exceptuando claro las adecuadas interpretaciones de Bryan Cranston y Elizabeth Banks, ésta última extraída de la franquicia de los Juegos del Hambre. Divertida, con un elenco juvenil con vidas propias, problemas reales y un sentido de "lo que realmente importa" como lo podemos tener todos, la interpretación que llega a los cines este 2017 promete entretenimiento, una nueva visión, música absorbente, mucho de ello gracias al talento de Kanye West, y secuencias de acción efímeras pero emocionantes.
Power Rangers 2017 llega para probar a la audiencia, conocer su respuesta y de paso mensajearnos con el trabajo en equipo, con la petición de asombrarnos y creer en lo imposible, en lo mágico, en la fe colectiva. Ornamentada con asombrosos elementos tácticos (Megazord...), la cinta no pierde el rumbo, pero es lenta para su propósito principal: presentar al equipo en todo su nuevo esplendor.
Apesar de ser carismáticos, divertidos y empáticos, siento al elenco genérico, y esto porque en diversas escenas, tuve la impresión de que podían ser reemplazados, como si otros actores "estuvieran" en el lugar del presente elenco. Ridículo, pero alarmante.
Lo mejor es la honestidad de la cinta por homenajear el espíritu original de la historia, aunque en este sentido, a pesar de contener un llamativo apartado musical, quedan a deber en la extensión de la música clásica del tema. Es entretenida, tiene muy buenos chistes bien pensados -o bien colocados-, un elenco interesante y un diseño visual muy atractivo.
En contraparte, pues se apoya demasiado de la nostalgia (como otras propuestas) y la estructura narrativa nos impide disfrutar plenamente del equipo salvador, pero la escena final ANTES de los créditos nos revela que lo mejor del espectáculo...apenas vendrá. Esperémoslo.
Solo vi la película por Becky G (la cantante con ascendencia mexicana) la Amarilla.
ResponderBorrarAunque no termine de verla, la verdad me dio mucha flojera. creo que ya han explotado mucho a los Power Rangers.
-Tacos al Pastor.